En este artículo abordaremos el tema de cómo reprogramar tus pensamientos para crear y mantener un estado de prosperidad y abundancia en tu vida. Nuestros pensamientos son la semilla de la realidad. Cada idea y pensamiento que cultivamos en nuestra mente se refleja en nuestras acciones y en la persona que nos convertimos. Tu verdadero poder lo encuentras en la certeza que nace desde ti mismo.
El Universo siempre responde a la energía interna con la que sincronizas tu petición. Aquí entra la congruencia de tus pensamientos. Si pides desde la carencia, la necesidad, el negativismo, la desesperación, la baja autoestima, la tristeza, etc., solo atraerás obstáculos y más energía de carencia. Pero si comprendes que para atraer abundancia, debes ser abundante, comprenderás todo. Atraemos lo que somos.
La mente crea la realidad. Si tu mente está saturada, anclada en el pasado, en el dolor, en recuerdos negativos, en el pesimismo, difícilmente podrás cambiar tu realidad a bien. Lo primero que debes hacer para cambiar de la carencia a la abundancia es cambiar tu pensamiento. Debes verte pleno e infinito, no limitado. Debes verte poderoso, no inseguro. Debes sentir que mereces todo, no que te falta todo. Debes ver la vida bella y conspirando a tu favor, no como una vida llena de problemas y complicaciones.
La manera de cómo transmutar la energía en oro es a través de la imaginación y la energía, que es la esencia de la creación. Celebra y festeja de antemano asumiendo que ya vives en una frecuencia de abundancia. Aquí entra la gratitud más que la necesidad. Cuando le pones gratitud, positivismo y amor con una buena dosis de seguridad, todo lo que pediste ya es tuyo.
El secreto de cómo pedir es, simplemente, asumir con intención que aquello que acabas de pedir ya se cumplió. Algo muy importante es saber hacer nuestra petición. La ansiedad por el resultado es una forma de miedo y es una vibración densa o de baja frecuencia. No fuerces ni te dejes llevar por pensamientos de desesperación y miedo, ya que estos pensamientos son de vibración densa que impide que fluya la energía de abundancia.
En un Universo de infinita abundancia no hay nada que puedas pedir que no recibas. Sólo alinea y conecta con amor y coherencia a la energía universal que hace posible que se cumpla toda petición. El día que dejes de dudar de preguntarte cuándo o cómo llegará ese deseo, es cuando manifestarás absolutamente todo.
Recuerda primero cambiar tú. Trabaja en ti, en tu autoconcepto, en tus pensamientos. No dudes, ten fe. “Tus deseos son órdenes”, exclama el Universo. Solo atrévete a pensar en grande, a sentir en grande y así, vivirás en grande. La opción es siempre tuya.